Los últimos años hemos visto traducidos al español tres libros de Vivian Gornick, feminista de la segunda ola y ensayista inmersa en la autobiografía. Sus libros de ensayo autobiográfico están profundamente unidos a la ciudad de Nueva York, la ciudad que la enseña a vivir y la ciudad con la que aprende a pensar y a dialogar. Hay una altura formidable en la queja de Vivian Gornick: la mujer en la que se convirtió a lo largo de las décadas de reflexión y experiencia hubiera hecho más feliz a la mujer anterior, la que sólo intuía esas formas de alegría. Pero si la mujer que puede decir esto lo sabe, sólo es a través de finales del siglo xx, penetrando intelectualmente en un siglo xxi y en una ciudad (Nueva York) que le exige y le permite «descubrir».
Todavía recuerdo, el invierno pasado, a mi madre con una gripe que no le dio ningún respiro. «Todo el mundo está enfermo en el trabajo», me decía por teléfono. Yo le decía: «Pobrecita,
descansa un poco, ya pasará». Y recuerdo más noticias, los primeros casos de infección en un pequeño pueblo cerca de Milán. Los titulares de los periódicos, las primeras alertas.
Lo clásico puede pervivir más allá de su creador, quien incluso puede haber desaparecido. Lo viral es inseparable de la marca que lo ha creado y lo representa. Lo clásico y lo viral coinciden al menos en dos rasgos fundamentales. Todo lo clásico fue en algún momento viral —el de su canonización— y todavía, en menor medida, lo sigue siendo. Y ni lo clásico ni lo viral son categorías estéticas, sino aglutinadoras: acogen en su marco lo trágico y lo cómico, lo tradicional y lo moderno, lo bello y lo feo, lo irrelevante y lo sobresaliente.
Me gustaría hacer una pregunta simple, que no me parece que se haya hecho ya: ¿Por qué las vidas, que intentamos salvar hoy haciendo una «guerra» contra el Covid-19, nos parecen más importantes que aquellas que normalmente no salvamos? O bien: ¿Qué hace que un sistema que desde siempre ha sido absolutamente incapaz de movilizar lo poco que se necesita para salvar otras vidas, hoy está dispuesto a todo para salvar éstas?
No podía permitirle que me vacunara de nuevo. Mi padre estaba envejeciendo, era menos lúcido, y me preocupaba. También sabía que sería una declaración de principios: he perdido la fe en ti. Después de comer, me levanté de la mesa de la cocina, guardé algunas aceitunas y hummus en el refrigerador y vi sus jeringas acomodadas en el frasco de la mantequilla. Cuando más tarde me preparaba para volver a Manhattan, me esperaba con un algodón con alcohol y aguja. Murmuré, «No, gracias» y, sí, ese día de 1988 fue terrible, como si me hubiera salido de la iglesia una vez más.
MAČEK SMOLANSKY ERA UN CINEASTA, empresario y filósofo. Pero, sobre todo, era un perfeccionista. Por ello nadie se sorprendió particularmente cuando anunció que su nueva película, Vida, sería rodada con tres cámaras y se correspondería, minuto a minuto, con la duración de una vida humana. La filmación comenzó con el nacimiento de Mateusz Krotoczowski, el introvertido protagonista de la película, y duró setenta y tres años.
A seis años de la desaparición de los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, el libro Una historia oral de la infamia de John Gibler permanece como uno de los documentos más reveladores de lo que realmente aconteció durante aquella negra jornada. En esta entrevista Gibler nos adelanta algunos aspectos de la segunda edición de este libro capital (de próxima aparición) y nos recuerda que la lucha incansable de los familiares de los estudiantes es también la de todas aquellas personas que se niegan a vivir bajo el yugo del oprobio y el terror.
Republicanas plebeyas
Para los decoloniales, defender el significante república no es otra cosa que quedar del lado de los opresores de la historia.
Angelus Novus
El mesianismo revolucionario es mesianismo cristiano. Benjamin es un marxista cargado de frases epifánicas, Lezama es un católico que vive y padece la Revolución, y ambos se encuentran de modo natural, bajando a tientas por sus propias pendientes, en la que quizá sea la idea más sencilla y sorprendente de cuantas haya: todo nacimiento ocurre en el pasado.
Interpelada