¿No es acaso la identificación irreflexiva entre racionalidad y fines privados el secreto mejor guardado de la fantasía neoliberal? ¿Qué clase de fines se pueden perseguir cuando las condiciones colectivas para ese propósito están clausuradas?
Mi madre y yo jamás nos pondremos de acuerdo cuando Metallica sale a relucir en el desayuno.
A lo largo de la historia de la humanidad la palabra «mujer» ha estado acompañada de insultos misóginos o invisibilización. Las mujeres somos lo otro, el «segundo sexo», lo abyecto.
Leí en Old Records Never Die, de Eric Spitznagel ( que la fruta prohibida de los viniles son aquellos que en su portada ostentan impresa la leyenda «Promotional Copy. Not For Sale».