El periplo de Doris es el de su sociedad, la Alemania en crisis que condujo al nazismo. Por consiguiente, es también el de su clase y el de su género. Toda esa opresión a la que se ve sometida, desde la que experimenta en su propia casa hasta la que vive en las calles de Berlín es, precisamente, el germen de su liberación: la suya, la de su género, la de su clase.