1
es cierto
la época es loca y nosotros
más nada que nunca
sin embargo
compramos una casa de campo
con sueños de eternidad
así somos
carne de paso por el mundo
carne certera
carne que se estremece –de vez en cuando–
al anochecer.
así somos
a pesar de correr hasta perder aliento
seguimos contemplando la noche estrellada
contando constelaciones muertas
que nos bañan de su lecha lustral
nos echamos en la arena caliente
en la hierba
y gozamos de la breve eternidad humana
hecha de fantasías y de deseos
carne animada
hermosa carne recubierta de tersa piel
de carne de gallina
cuando pasa una brisa cálida y salina
cuando roza el pétalo de la lengua
cuando se frotan los cuerpos que desgajándose de su
pesadez brillan
así somos
de paso
gente que se cree buena y mejor
que lee
que se deshace en juicios por el bien
y luego calla
ante la inmensidad de la violencia y del dolor
que incansable se repite
sobre la tierra que es siempre franca
y se destruye a nuestro paso
es cierto
que somos a pesar de todo
y los recién nacidos lo saben bien
mejor que nadie
aferrarse a la vida
al latido a la caricia a la ración de comida
caliente
a la leche que es abecedario
no dejarse expulsar del tren que pasa
no bajarse del andén
no perder su sitio -solo hay uno-
abrazar a su sombra
dándole forma humana
crear soñar contemplar descifrar
misterios insondables
perseverar y sentir
hasta morir en la causa
humana
hoy quiero decir muchísimo y me atollo,
hoy quiero decir muchísimo y me atollo.
2
el amor tormentoso del poeta
no se hace nunca
no se hace
queda vibrando en versos
más o menos
buenos
de esos que se lee en madrugada de lunes
cuando hace frío
en una combi no tan llena
-hablo de mis propios recuerdos, me disculpo-
de esos poemas pobres irresueltos
los nunca publicados los de la página arrancada al bloc
todas esas noches de amor
bajo la luna
en los fervorosos y malos versos
que son más de amor que los buenos
y el sufrir y el llorar
y el tensar la cuerda del alma lo más posible
para arrancarle un sonido más audible
que el del maullido de un gato
esos poemas de amor que escribí
cuando el amado era un fantasma
un ideal un nombre un perfil espiado a lo lejos
una emoción reverberada en mi corazón
amordazado
así es el amor tormentoso del poeta
que no se conforma con nada ni con nadie
que no es amor
a lo sumo una combinación de palabras, un ritmo
a lo más una rima
pero el dolor es certero y el poema como la flecha envenenada
se adentra en la carne y envenena la sangre
es mejor escribir sobre la pobreza o la guerra - lo aconsejo-
esas no son flechas que se estrellan contra quien las lanza
ciegamente
y todo ese llanto destilado
por la arenilla de los siglos
sigue siendo salado triste y solitario
mientras la ciudad desfila pobre y fea a través de las lunas
de la combi o del micro
mientras el poeta sueña con bizancio o trafalgar
porque después de las noches agitadas y la batalla con el verso
y la desilusión y el canto abandonado a la orilla
del camino incierto
como las piedrecillas del cuento
¿cómo regresar?
volviendo el rostro a Eielson y repetir
todo eso para mí
es mucho más fácil mucho más suave
créame usted
que arrastrar todos los días
el peso de un corazón desolado.