Nos vamos y les traigo mi speech de ganadora del Oscar
Esta será mi última publicación en este espacio porque trágicamente la revista Reporte Sexto Piso suspenderá su edición. Por ello quiero aprovechar esta ultima oportunidad para escribir un texto de despedida de este espacio. Y quiero hacerlo con un speech tipo si me hubiera ganado un Oscar: agradeciendo a diestra y siniestra.
Quiero agradecer en primer lugar a la maestra Martha Lilia Sandoval, cofundadora de la organización alma que es una asociación de lectoras leyendo mujeres en Aguascalientes, por darme mi primera beca literaria en 2015 y ayudarme a encontrar mi tono y mi tema cuando me regaló Chicas muertas, de Selma Almada. A mi maestra de múltiples talleres, Rocío Castro, por siempre confiar en mí y en mi talento. A mi barrio feminista hidrocálido por apoyarme en todos mis proyectos y a Claudia Quezada por ser la única servidora pública cultural hidrocálida que me abrió espacios y empezó a visibilizar mi trabajo literario. A Itzel Acero y Tania Magallanes por entrevistarme en los medios de comunicación a su cargo, por visibilizar mi trabajo y por su amistad.
A Hernán Lara Zavala, mi tutor del Fonca que me dio validación y consejos. A Brenda Lozano y Amelia Suárez, mis tutoras en Fonca, por generar espacios de seguridad para que Olivia, Atenea, Libertad y yo escribiéramos en un espacio libre de misoginia y nuestros proyectos tuvieran la mejor versión posible.
A todo el equipo de Tierra Adentro, principalmente a su excelente editora: Jimena Barroñón, por su excelente trabajo de edición. Sin ella Perras de reserva no sería lo que es. A Eduardo Rabasa por su generosidad, sus comentarios amables y su confianza en mi trabajo. A Dulce Barrera por cuidarme en las Ferias del Libro y por trabajar tantísimo para que Perras de reserva esté en todos lados. A todo el equipo de Sexto Piso por su labor titánica para que nuestros libros estén en cada rincón y lleguen a los, las y les lectores.
A Gabriela Jauregui por invitarme a participar en Tsunami 2 y porque siempre ha procurado espacios para nosotras y por ello muchas le debemos un montón.
A Laura Baeza y la Editorial Fondo Blanco y a Olivia Teroba y An.alfa.beta por incluirme en sus antologías.
A mi agente, Marina Penalva, porque sin duda hay un antes y un después en mi vida y en mi carrera literaria, desde su llegada. Le debo muchísimo y no me alcanzan las palabras para agradecer su confianza en mí y por velar por mis intereses.
A Catalina Pérez Correa y Alejandro Madrazo, porque fueron las únicas personas que cuando atravesaba por momentos de precarización me ofrecieron trabajo y me abrieron espacios que me dieron certeza económica.
A mis dueñas de la plaza: Sofia y Julia por el imperio que estamos construyendo juntas, por ser tan brillantes y darme la posibilidad de tener un trabajo donde hago lo que más me gusta: pendejear gente, hablar de aborto y hacer memes.
A mi mamá, por, bajo el pretexto de «ocupas foguearte», mandarme al mundo en seco a hacerme cargo de mí misma desde bien morrita.
A Iván, por sostener todo lo que no se ve de mi trabajo literario pero que es muy importante: mi vida y la de nuestra manada de lomitos, por ser mi mano derecha, mi ghostwriter y aguantar vara que odio los elevadores y subir conmigo cinco pisos caminando. Por su amor, cuidado y paciencia.
A mi papá (qepd) por confiar en mí y por todas las enseñanzas a nivel calle que me dio y por apoyarme en todas mis locuras.
A Rosalba, Edith y Migajon por cuidarme desde el cielo. Edith, Migajon y Rosalba desde el cielo: No cuidamos pendejas.
A los haters porque, como dice Cartel de Santa: disfruto ver que les arde.
A las Terfas y abolicionistas por estar tan tontas y recurrir siempre al chantaje emocional, las falacias, el pensamiento terraplanista, y con eso hacerme más fácil ridiculizarlas.
A mis colegas escritoras por ser las más rifadas, brillantes y por ponerle fin a la tradición de vatos horribles hablando de violaciones. Por abrir espacios para todas, por ganar terreno para nosotras. Por ser las mas chingonas del mundo.
A la señora que andaba de paseo por el Tres Centurias con sus hijos y se le ocurrió entrar a la Feria del Libro de Aguascalientes y por casualidad entró a mi presentación y al final me dijo: «No sé quién seas, ni me gusta leer, ni sé nada de tu libro ni de libros, pero gracias porque mis hijos están muy emocionados de que alguien que habla como su mamá, tumbada pues, sea escritora». Por ser una chida que me hizo el día.
A Tere, la morrita que se me acercó en la fil a contarme que trabaja en un tianguis y está interesada en resistir desde la academia, por ser mi inspiración para seguir escribiendo.
A todas las personas que me escriben para contarme su experiencia lectora y cómo mi libro impactó en sus vidas.
Gracias a todas las mujeres, las disidencias y la comunidad lgbtq+, que siempre llenan mis presentaciones, y los poquitos hombres cis que van, también.
A los vatos que me han escrito para decirme que Perras de reserva los ayudó a entender la violencia que vivimos las mujeres, ahora, de paro, dejen de pasarse de verga con las mujeres que los rodean.
A quienes han reseñado Perras de reserva para bien y para mal, tanto en medios, como en redes sociales, como en Goodreads. Yo leo todo. Tomo lo que creo que me funcionará para mi trabajo literario, lo que es personal me lo tomo personal y respondo en consecuencia, lo que es pasivo-agresivo lo respondo agresiva-agresiva, y lo que es porque son señores que no soportan que la era de los cñores ñeñe terminó, pues equis. Pero gracias de todos modos.
A quienes me leen en pdf, con la muestra gratis de Bookmate o en fotocopias, porque yo sé lo que es no tener varo para comprar un libro. En mis presentaciones no se agüiten, yo sin pedos firmo fotocopias, pero también a quienes pagan por leerme.
En fin, gracias a todas las personas que han apostado por mi trabajo y que me llenan de tanto cariño. Me despido de este espacio, pero si les gustó lo que leyeron por acá esperen mi próximo libro: Desde los zulos, donde tendremos fuego, crónicas, textos críticos, ensayos, textos autobiográficos y mucho chisme, drama y malas vibras.
Nos estamos leyendo.