Ensayo y error y las nuevas plataformas se van enterando de indicadores apoyados por los más sofisticados algoritmos de qué es lo que funciona y qué no dentro de lo que consumimos como espectadores pasivos.
Dicen las malas lenguas que los gays nacen con el olfato refinado para el buen gusto. Pero la construcción de una moda no es lo único que hace del tercer largometraje de Gus Van Sant una piedra angular en el cine gay.
Al ver de nuevo Rebeca me pasó algo hitchcockiano. Recordaba vagamente la trama; lo que más me había conmovido era la angustiante interpretación de Joan Fontaine.
La división entre mundos suele estar marcada por uno de los motivos visuales a los que Lynch recurre con frecuencia: las cortinas. No solo marcan un umbral, sino que lo constituyen: son una salida al exterior.