La ofensa era lo de menos. Lo inaudito es que sucediera al interior de un camión de la agencia del transporte municipal de San Francisco. La capital gay del mundo según el histórico cliché.
Hay a quienes les funciona sentarse en un diván a analizar por horas por qué son cómo son. A mí no me interesa saber por qué soy como soy, me interesa ser funcional.