La luz del cielo se abre Es el sol
que sale, resplandece en los cristales de los árboles
El sol inferior sale desde abajo
desde dentro de lo interior, de su clara tiniebla
Es el mismo sol, nosotros somos sus hijos
Cuando se encuentran los soles ya no existimos
Miro ahora en el tiempo de la nueva luz Lo que
espero no lo sé, tampoco casi
lo que deseo Estamos hechos de utopías, todavía
no nacidas, en lo real, resplandecientes en la doble luz
Los conflictos pueden empezar aquí, sin violencia, simplemente
con que no retengan nada ¿Tan simple?
¡No! ¿Cómo pudiste creerlo? Los conflictos existen en lo real
También intrincados, y con violencia oculta, también bajo
lo abierto Cuando se quita lo abierto surge lo oculto
También debe desaparecer Podemos hablar unos con otros
El canto es solitario, excepto en la extrema voluntariedad, o su
aproximación, porque también nosotros somos seres humanos Tú
ayudas ahora a mi madre a lavarse la cabeza; me alegro
Ese impulso de ternura Lo no creado El niño
Estamos en lo abierto; pero solo mientras no
esté cerrado, desde fuera o desde dentro No decidimos nosotros
No hay liberación que pueda ser controlada; ni siquiera la nuestra
Dormimos uno al lado del otro, el sueño de la primera noche
Creí por un instante haber comprendido algo más
de las estructuras del cegamiento, en mí, fuera de mí Luego
comprendí que no había comprendido Que no era
suficiente Como si el cegamiento oscuro
fuese siempre mayor Pero la luz viene entonces de dos sitios al menos
una y otra vez, en su movimiento circular La recogemos,
en nuevas vueltas incesantes El cómo calculamos no importa
Se suma en nosotros, en la integral de cada instante Cómo
Vivimos juntos en la realidad, con qué cegueras
con qué visión Con qué espejos que levantamos unos ante otros
El sol inferior se retuerce en mí Estoy tensado en torno a su universo
Tal vez haya palabras más pequeñas Miré los rostros de los muertos,
unos sonreían en la muerte, y con los ojos abiertos Lo que había antes
era peor, aquella utopía Como si pudiésemos elegir
Pero podemos, todos, también en el sol común ¿Una elección libre?
¡No! Ninguna elección es libre, pero a pesar de ello podemos elegir
Si todavía está abierto, aunque sea por un instante, entre los regímenes
Todos estamos informados de lo que no existe, el instante
anterior a lo real Pero entonces tenemos que estar vivos Estamos en la luz solar abierta
En su torrente, también desde abajo, desde todas partes En el árbol